🌊 La Virgen del Rosell: la patrona hallada en el mar

🌊 La Virgen del Rosell: la patrona hallada en el mar

Una de las leyendas más queridas por los cartageneros narra que unos marineros encontraron una imagen de la Virgen flotando en el mar, cerca del puerto. La recogieron y la llevaron a tierra, considerándolo un milagro. La talla era pequeña, de aspecto bizantino, y fue venerada como la Virgen del Rosell, patrona de Cartagena.

🔹 Se cree que fue lanzada al mar durante alguna persecución cristiana para salvarla.
🔹 Su hallazgo coincidió con una época de gran necesidad, lo que hizo que muchos la consideraran una intercesora milagrosa.
🔹 Su ermita se levantó cerca del puerto, y se convirtió en punto de oración para los marineros antes de zarpar.


El Cristo del Socorro: la imagen que detuvo una epidemia

En 1691, Cartagena sufría una terrible peste que diezmaba a la población. Desesperados, los fieles sacaron en procesión una imagen de Cristo que se encontraba en la capilla del hospital de caridad. Al llegar al puerto, el mar se calmó y la enfermedad empezó a remitir.

Desde entonces, se celebra la procesión del Cristo del Socorro cada Viernes de Dolores, en la madrugada, como símbolo de protección y milagro.

🕯️ Esta tradición sigue viva, con miles de personas caminando en silencio desde la iglesia de Santa María de Gracia hasta el puerto, recordando aquel acto de fe y esperanza.


👁‍🗨 El marinero que vio al apóstol Santiago

Una antigua tradición oral relata que un marinero solitario vio a un hombre vestido con manto, bastón y concha en la dársena del puerto, cuando el muelle estaba desierto.

El extraño personaje le dijo que volviera a su casa, que su esposa acababa de ponerse de parto y lo necesitaba. Al llegar, la profecía se cumplió. El marinero intentó volver a buscar al hombre para agradecerle, pero nunca lo volvió a ver.

Muchos creen que fue una aparición del apóstol Santiago, protector de los peregrinos y de aquellos que se embarcan en travesías inciertas.


🌪️ La campana del mar: el aviso del naufragio

Se cuenta que en noches de tormenta, algunos pescadores del puerto oían una campana sonar desde el fondo del mar. Decían que era la campana de un antiguo barco hundido, que aparecía para advertir del peligro o la muerte en altamar.

Los ancianos del barrio de Santa Lucía lo tomaban como un presagio y decían:

«Si la campana suena, que nadie zarpe esta noche.»


🧭 Para el peregrino

Estas leyendas refuerzan la dimensión espiritual, simbólica y protectora del puerto de Cartagena. Un lugar donde mar y fe se entrelazan, donde las piedras del muelle guardan más que historia: guían, protegen y susurran al alma de quien pasa por allí.


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